Es lo que tiene leer de joven, … te dejas llevar por ideas ideales, por doctrinas adoctrinables.
Leí a Ortega hace mucho tiempo, y me convenció de que “ya no hay protagonistas: solo hay coro”. Escribía aquello del “hombre-masa”, de un hombre “vaciado de su historia, incapaz de construirse a sí mismo, seudointelectuales incualificados, incalificables y descalificados por su propia contextura”.
En fin, aquello que decía del “niño mimado”, de un “señorito satisfecho” …, caló en mi mente cual aquella astilla que cantaba Sting en la más famosa de sus canciones. Y desde entonces, no voy a manifestaciones, no me gusta la aglomeración, rechazo la muchedumbre, me resisto a ser (como Gasset) uno, entre muchos.
El miércoles del PSG (9.03.2022) mi querido amigo Rafa, el más fiel de los amigos, me invitó al partido del Bernabeu contra Mesi´s y compañía. Y aunque sentía un cierto rechazo a la multitud recordando las palabras del acreditado filósofo, la fuerza de la amistad me sentó obediente en palco preferencial.
Fue impresionante, brutal, intenso, emocionante, enternecedor, bestial, apasionante, excepcional, extremo, emotivo, fue, … fue una pasada…
Ya no leo a Ortega, ¡viva Modric!
F.N.
Comments