¡Claro!, había escrito sobre los P.A.S., y notaba que faltaba algo. He buscado, esta vez sin resultado, en libros y redes, así que yo mismo, he tenido que acuñar el término cual iniciado experto en psiquiatría, “Personas Eternamente Felices”. Aquellas, cuya cualidad esencial es ser y simultáneamente, hacer felices a los demás.
Y al igual que con los P.A.S., reflexionando sobre qué personas “P.E.F.” podría conocer, han brotado inmediatamente a mi mente, tres, y de la misma manera, reto desde esta humilde tribuna a quién sea capaz de mejorar la calidad de los que propongo.
Mi querida hermana Esperanza, apasionada, humilde, enamorada de la vida, de sus padres, de Luis, de sus hijos, ¡de todos! Agradecida y alejada de prejuicios, eternamente feliz. Estar a tu lado es un privilegio digno, de real condición.
Mi querido Antonio Guedán, socio incondicional, siempre de buen humor, arquitecto con mayúsculas y pintor excepcional, dueño de la mejor sonrisa que existe. Veinte años de sociedad inequívoca, de amistad, de trabajo, esfuerzo, fracasos y siempre sonriente. Generoso, buen oyente y mejor amigo. ¡Carpe Diem, Antonio!
Y mi querido Antonio A.Cascos, el mejor hijo que conozco, siempre positivo, sumiller por vocación y feliz por condición. Camina por la tierra de la felicidad regalando bonhomía, alegría, unidad, armonía y dulces sonrisas. ¡Todo un caballero!
Reto insuperable, …
F.N.