En uno de los paseos de enamorados que solemos dar por el fondo Sur del Barrio de Salamanca, entramos en una casa de subastas para ojear cuadros de la vanguardia española de mediados del S.XX. En el recorrido barroco y abigarrado por el interior del local, nos dimos de bruces con 8 sillones de exquisita manufactura, acero plano y destrozada tapicería.
¡Eran 8 BRNO MR20 editados por Knoll!, sillones diseñados por nuestro héroe Mies Van der Rohe, arquitecto genial y padre de todos los demás.
Inmediatamente llamamos a nuestros más queridos clientes, Cristina y Pepe a los que les estábamos reformando la casa para que los incorporaran a su imponente salón entelado de madera.
Seis de ellos los tapizaron en cuero negro y dos en exclusiva piel de vaca. ¡Impresionantes! Tocarlos, poder sentarse en ellos, impone el respeto que merecen abuelos queridos.

Un día organizaron una cena con amigos y una de ellos, les censuró que tuviesen “sillones de sala de espera de dentista”. Cuando me contaron la anécdota una flecha atravesó mi corazón, el sillón con el diseño más elegante del mundo, con todos los reconocimientos de expertos, parte de la colección privada del MoMa, y seleccionado por Cruickshank como uno de los “tesoros hechos por el hombre”, rebajado a categoría de “hiperdelmueble.com” .
Deseando conocer a su amiga…
F.N.
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